El índice glucémico (IG) es una medida que se utiliza para evaluar la rapidez con la que los alimentos que contienen carbohidratos elevan los niveles de azúcar en la sangre después de ser ingeridos. Los alimentos se clasifican en una escala de 0 a 100 según su índice glucémico, siendo 100 la referencia máxima que se le asigna a la glucosa pura. Los alimentos se dividen en tres categorías basadas en su IG:
Bajo Índice glucémico (IG)
De 0 a 55: los alimentos con un IG bajo se digieren y absorben lentamente, lo que significa que elevan gradualmente los niveles de azúcar en la sangre. Estos alimentos suelen ser una mejor opción para las personas con diabetes, ya que ayudarán a mantener los niveles de glucosa en sangre más estables. En esta clasificación están avena, tortillas de maíz, manzanas, jitomates, garbanzos, yogur, leche entera, leche descremada, lentejas, ejotes, ciruelas, cerezas naturales, germinado y cacahuetes.
Índice glucémico (IG) medio.
De 56 a 69: los alimentos con un IG moderado se encuentran en el rango intermedio y tienen un efecto moderado en los niveles de azúcar en sangre, como pan blanco, arroz integral, palomitas de maíz, maíz dulce, y cereales de avena.
Alto Índice glucémico (IG).
Es de 70 o más: los alimentos con un IG alto se digieren y absorben rápidamente, lo que provoca un aumento rápido de los niveles de azúcar en la sangre. Estos alimentos deben consumirse con moderación, especialmente por personas con diabetes, ya que pueden desencadenar picos de glucosa en sangre, como zanahorias cocidas, miel, puré de papa instantáneo, melón, arroz blanco, papas cocidas.
Es importante que, a la hora de escoger una fruta, tener en cuenta su contenido de hidratos de carbono. Es aconsejable escoger aquellas que tengan menor cantidad de azúcares porque así, los niveles de glucosa en sangre no aumentarán bruscamente.
Conocer el índice glucémico de los alimentos te ayuda a:
Controlar de los niveles de azúcar en sangre: al elegir alimentos con un IG bajo, es posible mantener niveles de glucosa en sangre más estables, lo que ayuda a prevenir los picos y las caídas bruscas de azúcar en sangre.
Buscar alimentos que ten den saciedad: los alimentos con un IG bajo tienden a proporcionar una sensación de saciedad más duradera, lo que puede ayudar a controlar el apetito y la ingesta de alimentos, lo que es beneficioso para el control de peso en personas con diabetes.
Es importante señalar que el IG no es la única consideración a la hora de planificar una dieta para controlar la diabetes. Otros factores, como la cantidad total de carbohidratos consumidos, la calidad de los nutrientes, la cantidad de fibra y la combinación de alimentos, también son relevantes. Consulta con un profesional de la salud o un nutriólogo clínico pues es esencial para diseñar una dieta adecuada y personalizada para el control de la diabetes.