Como lo hemos hablado en entradas anteriores, este tipo de comida se caracteriza por estar hecha con alimentos que se preparan y se sirven para ser consumidos de manera rápida, y aunque casi todos los ingredientes que la componen son poco saludables o hasta dañinos para la salud, existen algunas alternativas para los que no quieren renunciar a las cosas que más les gustan.
Dicho esto, si eres fan de las hamburguesas te tenemos excelentes noticias. Existen algunas maneras de prepararlas sin que afecten nuestra dieta, continúa leyendo:
¿Por qué una hamburguesa suele ser poco saludable?
Una hamburguesa mediana tradicional de carne de res, queso tipo americano, mayonesa, cátsup, mostaza, lechuga, jitomate y cebolla, acompañada de papas fritas y refresco puede contener alrededor de 1800 calorías, y de estás más de la mitad son grasas saturadas.
Pero además este platillo contiene una gran cantidad de carbohidratos, mucha sal y casi nada de fibra. El impacto calórico es tanto que para bajarlo habría que nadar más de dos horas sin parar a un ritmo constante.
Realmente, la diferencia entre una buena hamburguesa y una no tan buena está en la preparación y la calidad de sus ingredientes. Cuando se utiliza carne de dudosa calidad, con alto contenido de sal y de grasa, es probable que nuestra ingesta supere los límites diarios que cada humano tiene en el día.
Por otro lado, al acompañarla con papas fritas y bebidas azucaradas, el problema se potencía. Pues estos complementos añaden grandes cantidades de grasas saturadas y azúcares que sin duda le hacen mal (por no decir fatal) a nuestro organismo.
Te vamos a contar el secreto de una hamburguesa saludable
Afortunadamente, para todos los entusiastas de este delicioso sandwich hecho a base de carne molida, existen algunas opciones, que nos permitirán hacer una hamburguesa sana, rica y muy fresca.
Aquí les dejamos una colección de tips que los podrán guiar a la hora de preparar o de pedir una hamburguesa en un restaurante.
- Escoge pan integral para hamburguesa y elige piezas pequeñas, retira el migajón para disminuir la cantidad de carbohidratos.
- Elige una proteína magra, por ejemplo, pollo o carne molida de res sin grasa, horneada o a la plancha.
- Incluye la mayor cantidad de vegetales posibles, puedes agregar lechuga, espinacas, pepinos, cebolla, jitomate, zanahoria o lo que más te guste
- Utiliza guacamole en lugar de grasas saturadas como mayonesa o crema
- No la acompañes con papas fritas, puedes sustituir con media papa hervida, sofrita con un poco de aceite de aguacate.
Prepárala, disfrútala y compártela con tus personas favoritas.
No olvides consultar con un profesional de la nutrición las porciones y la frecuencia adecuada para ti.